Braquiterapia: un tratamiento con mínimos efectos colaterales para el Cáncer de Próstata
La Braquiterapia es un tratamiento radioactivo para combatir el Cáncer de Próstata.
La Braquiterapia, a diferencia de otros tratamientos radiactivos, emana desde la próstata mediante semillas radioactivas, lo que lo convierte en una técnica eficiente y con mínimos efectos a órganos vecinos.
¿Cómo se realiza el procedimiento?
La Braquiterapia se realiza en pabellón mediante un implante de semillas radioactivas. Estas semillas son pequeños implantes de titanio de 0.5 cm x 0.5 mm, más pequeños que un grano de arroz. En su interior, contienen una hebra de plata embebida en yodo 125, que es una sustancia radioactiva que entrega su carga de a poco.
La vida media de estas semillas es de 60 días, por lo que el implante es prácticamente inerte y no es necesario retirarlas. Las semillas se colocan a través de agujas insertadas en el perineo, entre el ano y los testículos, guiadas por Rayos y Ecografía. El procedimiento dura alrededor de una hora y el paciente puede regresar a casa para realizar una vida normal, incluyendo el deporte y la actividad sexual.
Los efectos secundarios más comunes son el ardor y la mayor frecuencia para orinar, pero son transitorios y controlables con medicamentos.
Usos en otros Cánceres
En adultos, se ocupa para diferentes tipos de Cáncer. Hace tiempo se empleaba con frecuencia en pacientes con Cáncer Cervicouterino, sin embargo, en el Cáncer de Próstata ha demostrado mayor eficacia.
En niños se ha utilizado en casos de Retinoblastoma (un tipo de Cáncer de Ojo).
Otras alternativas
Las otras alternativas a la Braquiterapia son la Radioterapia y la Cirugía.
La Braquiterapia es el tratamiento más eficiente, ya que da una alta intensidad al órgano tratado, y genera muy poca radiación a las estructuras adyacentes. Es más efectivo que la Cirugía, ya que tiene menos porcentaje de recidiva tumoral y no produce efectos colaterales, como: Incontinencia Urinaria, Impotencia Sexual y Acortamiento del Pene.