Cirugía Laparoscópica en Urología: beneficios para el Cirujano y paciente
La Laparoscopía es básicamente lo mismo que la Cirugía Abierta, pero se hace mediante orificios más pequeños, lo que se traduce en una recuperación más rápida.
La Cirugía Laparoscópica es una Cirugía Mínimamente Invasiva, se realiza a través de accesos muy pequeños que permiten mejorar la visualización del interior, además conllevan un menor sangrado y una recuperación más rápida que con la técnica convencional o abierta.
Cirugía Laparoscópica en Urología
En Urología se emplea más la Cirugía Laparoscópica que la Abierta debido a la ubicación anatómica de los órganos vinculados. Por ejemplo, en la Cirugía de Riñón es más accesible porque el Riñón es de difícil acceso.
El proceso, como ya se mencionó, consiste en introducir una cámara mediante pequeñas incisiones y así realizar la cirugía. Se emplea sobre todo en Cirugías Parciales, es decir, donde solamente se saca el tumor; o en Cirugías Radicales, que es cuando se extrae el órgano.
Además de en Cáncer de Pulmón, también se recurre a este método para casos de Cáncer de Próstata, donde a través de pequeños puertos de no más de dos centímetros se tratar este Cáncer, permitiendo una recuperación muy rápida y resultados oncológicos similares a la Cirugía Convencional.
Ventajas de esta técnica
Los principales beneficios de la Cirugía de Laparoscópica para el paciente son:
- Menos Dolor Posoperatorio
- Recuperación más rápida
- Mínimas Cicatrices en en la piel, lo cual asegura un adecuado resultado
Desde el punto de vista de la cirugía, las ventajas son:
- El Cirujano tiene mayor visualización de los tejidos
- Menor sangrado durante el procedimiento
Indicaciones para una Laparoscopía
La Cirugía Laparoscópica requiere una evaluación preoperatoria similar a cualquier cirugía. El paciente se debe someter a exámenes preoperatorios y guardar el ayuno asociado a la anestesia que se va a recibir.
El que sea una Cirugía de Mínima Invasión no previene complicaciones.