El cortisol es una hormona fundamental para el equilibrio del organismo. Sin embargo, cuando sus niveles se elevan de forma anormal y sostenida, puede tener consecuencias graves para la salud.
¿Qué es el cortisol y por qué es importante?
El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales, localizadas sobre los riñones. Su función principal es ayudar al cuerpo a responder a situaciones de Estrés fisiológico, como infecciones, fiebre, dolor, enfermedades o accidentes. En estos casos, el cortisol moviliza la energía necesaria para enfrentar y superar la situación.
En condiciones normales, una vez que se resuelve el episodio de estrés, los niveles de cortisol vuelven a su rango habitual. Sin embargo, cuando hay un aumento persistente e inadecuado de esta hormona, hablamos de un problema endocrinológico que requiere evaluación médica.
¿Qué causa un exceso anormal de cortisol?
El exceso de cortisol puede deberse a varias causas, la mayoría relacionadas con tumores que afectan el sistema hormonal:
- Tumores suprarrenales, que producen cortisol directamente.
- Tumores hipofisarios, tumores que producen hormona ACTH, una hormona que a su vez activa las glándulas suprarrenales para producir cortisol
- Tumores ectópicos, ubicados en órganos fuera de la hipófisis, que también pueden secretar ACTH de forma inadecuada.
Cuando este exceso es causado por una de estas condiciones, se conoce como Síndrome de Cushing.
Es importante aclarar que el estrés emocional también puede elevar los niveles de cortisol, pero esta elevación no alcanza los niveles patológicos que caracterizan al síndrome de Cushing. En estos casos, no se requiere medición de cortisol ni tratamiento endocrinológico; el manejo es psicológico o psiquiátrico.
Síntomas comunes del exceso de cortisol
El exceso crónico de cortisol se manifiesta con una serie de síntomas característicos, entre los que destacan:
- Aumento rápido de peso, especialmente en el tronco y abdomen
- Acumulación de grasa en la parte alta de la espalda y zona supraclavicular
- Aparición de estrías anchas y de color violáceo en abdomen, muslos, espalda o brazos
- Atrofia Muscular en extremidades, con adelgazamiento de brazos y piernas y disminución de fuerza
- Piel fina y frágil, con facilidad para hematomas y mala cicatrización
- Fracturas espontáneas por debilitamiento óseo
Cabe destacar que pacientes que usan corticoides en tratamientos prolongados pueden presentar síntomas similares, aunque no siempre requieren estudio específico para síndrome de Cushing.
¿Cómo se diagnostica un exceso de cortisol?
El diagnóstico debe ser realizado por un endocrinólogo, quien definirá la mejor estrategia de evaluación según el caso. Las pruebas más utilizadas para confirmar el síndrome de Cushing son:
- Cortisol en orina de 24 horas.
- Cortisol en saliva nocturna, tomada alrededor de las 23:00 horas.
- Prueba de supresión con dexametasona, que mide el cortisol en sangre después de administrar este medicamento la noche anterior
Es importante tener en cuenta que ciertos medicamentos o condiciones pueden interferir con estas pruebas. Por otro lado, la medición de cortisol en sangre en la mañana no es útil para diagnosticar exceso de cortisol; esta prueba se reserva para casos de sospecha de déficit de la hormona.
Tratamientos disponibles
El tratamiento principal para el síndrome de Cushing es quirúrgico, con el objetivo de extirpar el tumor que causa la sobreproducción de cortisol. En los casos donde la cirugía no es posible o no es curativa, existen tratamientos farmacológicos específicos que ayudan a controlar los niveles hormonales.
¿Se puede controlar el cortisol con cambios en el estilo de vida?
Cuando el aumento de cortisol se debe al estrés emocional, y no a una causa endocrina, los cambios en el estilo de vida son fundamentales. Entre las estrategias más efectivas para controlar el estrés están:
- Práctica regular de actividad física
- Técnicas de relajación como meditación o mindfulness
- Terapia psicológica o psiquiátrica, incluyendo el uso de medicamentos cuando sea necesario
Estos enfoques no sustituyen el tratamiento médico en caso de síndrome de Cushing, pero son esenciales para la salud mental y emocional en general.
Complicaciones a largo plazo del exceso de cortisol
Si no se trata adecuadamente, el síndrome de Cushing puede generar múltiples complicaciones, tales como:
- Diabetes tipo 2
- Hipertensión Arterial
- Dislipidemia (alteración en los niveles de colesterol y triglicéridos)
- Enfermedades Cardiovasculares
- Infecciones oportunistas
- Trastornos Menstruales
- Osteoporosis y Fracturas
Por eso, ante la sospecha de esta condición, es clave consultar de inmediato con un endocrinólogo.
Seguimiento y control
El Síndrome de Cushing requiere un seguimiento endocrinológico continuo. Incluso después de un tratamiento exitoso, los pacientes deben mantenerse en control regular para prevenir recaídas y manejar cualquier efecto secundario o secuela del tratamiento.