El Estrés ha sido ampliamente reconocido como un factor de riesgo para diversas Enfermedades Cardiovasculares, pero su impacto en poblaciones jóvenes y su relación con el Accidente Cerebrovascular Isquémico Criptogénico (CIS) no había sido explorado en profundidad. Un estudio reciente, publicado en marzo de 2025 en la revista BMC Neurology, arroja luz sobre esta conexión, demostrando que el Estrés autopercibido puede duplicar el riesgo de sufrir un CIS en adultos jóvenes.
Un análisis pionero sobre el Accidente Cerebrovascular en adultos jóvenes
El estudio, liderado por un equipo internacional de investigadores de Finlandia y Suecia, forma parte del SECRETO Study (Searching for Explanations for Cryptogenic Stroke in the Young). Este proyecto se centró en una población tradicionalmente excluida de las estrategias de prevención cardiovascular: adultos jóvenes entre 18 y 49 años.
El diseño del estudio fue de tipo caso-control multicéntrico, reclutando a 342 participantes entre 2013 y 2021 en nueve hospitales de Finlandia y Suecia. Los investigadores dividieron a los participantes en dos grupos:
- Grupo de casos: 215 pacientes con diagnóstico de CIS
- Grupo de control: 127 personas sin antecedentes de Accidente Cerebrovascular, emparejadas por edad y sexo
Este enfoque permitió abarcar una amplia gama de contextos socioeconómicos y geográficos, lo que añade robustez a los resultados.
Cómo se mide el Estrés
Para evaluar los niveles, los investigadores utilizaron la escala PSS-14 (Perceived Stress Scale), una herramienta validada que mide la tensión experimentada en el último mes. Las puntuaciones en esta escala oscilan entre 0 y 56, donde valores más altos indican mayor percepción de Estrés.
Los resultados fueron reveladores:
- Los pacientes con CIS obtuvieron una mediana de 26 puntos
- Los controles registraron una mediana de 21 puntos
Esta diferencia fue estadísticamente significativa. Los datos sugieren que el Estrés autopercibido es un factor relevante en el desarrollo del CIS.
El Estrés como factor de riesgo independiente
Uno de los hallazgos más impactantes fue que los participantes en el cuartil más alto de Estrés (puntajes ≥31) tenían más del doble de riesgo de sufrir un CIS en comparación con aquellos con niveles más bajos.
Este riesgo se mantuvo incluso después de ajustar por variables como sexo, nivel educativo, Tabaquismo, estado civil, actividad física y síntomas depresivos. Este resultado indica que el Estrés es un factor de riesgo independiente, lo que subraya su importancia en la evaluación de la salud cerebrovascular.
Síntomas depresivos y otras variables psicosociales
Además del Estrés, los investigadores evaluaron los síntomas depresivos utilizando el Patient Health Questionnaire (PHQ-9). Aunque estos síntomas fueron más frecuentes en el grupo con CIS, el Estrés mantuvo su impacto significativo incluso al controlar esta variable.
Otras variables psicosociales, como el nivel educativo y los hábitos de vida, mostraron cierta relación con el riesgo de CIS, pero ninguna fue tan determinante como la tensión percibida. Esto refuerza la idea de que el Estrés Crónico es un factor clave en la salud cerebral de los adultos jóvenes.
El Accidente Cerebrovascular Isquémico Criptogénico (CIS)
El CIS representa hasta un 30% de los casos de Accidente Cerebrovascular en adultos jóvenes. Se caracteriza por la ausencia de una causa clara tras estudios diagnósticos exhaustivos, lo que lo convierte en un desafío médico.
Tradicionalmente, se ha atribuido a causas embolígenas ocultas o Trastornos de la Coagulación, pero este estudio sugiere que, los factores psicosociales también desempeñan un papel fundamental en su desarrollo.
Implicaciones clínicas y estrategias preventivas
Los resultados de este estudio tienen implicaciones significativas para la práctica clínica y la salud pública. En primer lugar, resaltan la necesidad de incluir el Estrés Crónico en la evaluación del riesgo cardiovascular, incluso en adultos jóvenes sin factores de riesgo tradicionales como Hipertensión o Dislipidemia.
Herramientas como la escala PSS-14 podrían integrarse en consultas médicas preventivas para identificar a personas en riesgo. Además, las políticas de salud pública deberían considerar programas de manejo del Estrés como una medida preventiva clave para reducir la incidencia de CIS y otros eventos cerebrovasculares.
Fortalezas y limitaciones del estudio
El estudio tiene varias fortalezas, como el uso de una escala validada para medir el Estrés, su diseño multicéntrico y la inclusión de un grupo control bien emparejado. Sin embargo, también presenta limitaciones. Por ejemplo, la evaluación se limitó al último mes antes del evento, lo que no refleja necesariamente una exposición crónica.
Futuras direcciones de investigación
Los investigadores sugieren que futuros estudios exploren el impacto del Estrés a largo plazo en la salud cerebrovascular. También proponen analizar otras dimensiones del Estrés, como el laboral, económico y familiar, que podrían tener efectos acumulativos.
Además, se plantea la necesidad de realizar seguimientos longitudinales en poblaciones jóvenes expuestas a altos niveles de tensión para comprender mejor cómo evoluciona su riesgo.
El Estrés como factor de riesgo silencioso
Este estudio ofrece evidencia sólida de que el Estrés autopercibido es un factor de riesgo significativo para el Accidente Cerebrovascular Isquémico Criptogénico en adultos jóvenes.
En una etapa de la vida donde los riesgos cardiovasculares suelen pasar desapercibidos, estos hallazgos destacan la importancia de abordar la tensión como parte integral de las estrategias de prevención.
El Estrés no sólo es un problema de salud mental, sino también un factor de riesgo silencioso que no puede seguir siendo ignorado.