
Migrañas: ¿Qué sucede en el cerebro durante un ataque y cómo tratarlo?
¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas experimentan un Dolor de Cabeza tan intenso que les impide realizar sus actividades diarias?
Las Migrañas no son simples dolores de cabeza; se trata de un Trastorno Neurológico que afecta a más de 1,000 millones de personas en el mundo, convirtiéndose en una de las principales causas de discapacidad según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para quienes las padecen, una Migraña puede significar horas o incluso días de dolor incapacitante, acompañado de Náuseas, sensibilidad extrema a la luz y al sonido, e incluso alteraciones en la visión. Su impacto va más allá del malestar físico, afectando la productividad laboral, la vida social y el bienestar emocional de quienes las sufren.
A pesar de su alta prevalencia, las Migrañas siguen siendo una condición subestimada y mal comprendida. Pero, ¿qué ocurre realmente dentro del cerebro durante un ataque de Migraña?
¿Qué es una Migraña?
Una Migraña es un Trastorno Neurológico común que se caracteriza por episodios recurrentes de Dolor de Cabeza, generalmente de intensidad moderada a severa, que suele afectar un lado de la cabeza y puede ir acompañado de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al sonido.
Estos episodios pueden durar desde horas hasta varios días y afectar significativamente la calidad de vida de quienes los padecen.
Un ataque de Migraña típicamente se desarrolla en cuatro fases, aunque no todas las personas experimentan cada una de ellas:
- Pródromo: ocurre horas o días antes del dolor de cabeza e incluye síntomas como cambios de humor, antojos alimentarios, rigidez en el cuello y aumento de la sed o la micción
- Aura: presente en aproximadamente el 25% de los pacientes, esta fase implica alteraciones neurológicas transitorias que pueden afectar la visión, la sensibilidad o el habla. Los síntomas suelen desarrollarse gradualmente y durar menos de una hora
- Dolor de Cabeza: es la fase principal, caracterizada por dolor pulsátil en un lado de la cabeza, que puede estar acompañado de náuseas, vómitos y sensibilidad a estímulos sensoriales
- Posdromo: después de que el dolor cede, los pacientes pueden sentirse fatigados, irritables o confundidos durante unas horas o días
Procesos cerebrales durante un ataque de Migraña
La fisiopatología de la Migraña es compleja e involucra múltiples mecanismos en el cerebro:
Activación del sistema trigeminovascular
Se cree que la Migraña es un síndrome de dolor neurovascular que implica la activación del sistema trigeminovascular. Este sistema consta de fibras nerviosas que inervan los vasos sanguíneos meníngeos y las meninges.
Cuando se activa, libera neuropéptidos como el péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP), la sustancia P y la neuroquinina A, que causan vasodilatación e inflamación neurogénica, contribuyendo al dolor de la Migraña.
Hiperexcitabilidad cortical y depresión cortical propagada
En personas con Migraña, la corteza cerebral muestra una hiperexcitabilidad, lo que las hace más susceptibles a estímulos que pueden desencadenar una depresión cortical propagada (DCP). La DCP es una ola de despolarización neuronal seguida de una supresión de la actividad neuronal que se desplaza a través de la corteza cerebral. Este fenómeno se ha asociado con el aura migrañosa y puede activar el sistema trigeminovascular, contribuyendo al dolor.
Alteraciones en el tronco encefálico
Estudios de neuroimagen han identificado anomalías en el tronco encefálico durante ataques de Migraña, sugiriendo que esta región podría desempeñar un papel en la modulación del dolor y en la generación de síntomas autonómicos asociados con la Migraña.
Papel de los Neurotransmisores
La serotonina es un Neurotransmisor clave en la regulación del dolor y la modulación vascular. Durante un ataque de Migraña, los niveles de serotonina fluctúan, lo que puede influir en la dilatación de los vasos sanguíneos y en la transmisión del dolor.
Además, se ha implicado al glutamato, un neurotransmisor excitador, en la Hiperexcitabilidad cortical observada en pacientes migrañosos.
Factores genéticos
La predisposición a la Migraña puede estar influenciada por factores genéticos. Se han identificado mutaciones en genes que codifican canales iónicos y proteínas relacionadas con la neurotransmisión en familias con Migraña hemipléjica familiar, un subtipo raro de Migraña. Estos hallazgos sugieren que las alteraciones genéticas pueden afectar la excitabilidad neuronal y la susceptibilidad a la Migraña.
Inflamación neurogénica
La activación del sistema trigeminovascular conduce a la liberación de neuropéptidos que causan vasodilatación e inflamación de los vasos sanguíneos en las meninges. Esta inflamación neurogénica sensibiliza las terminaciones nerviosas, amplificando la percepción del dolor durante un ataque de Migraña.
Factores desencadenantes de la Migraña
Diversos factores pueden precipitar un ataque de Migraña en individuos susceptibles:
- Alimentos y bebidas: el consumo de vino tinto, quesos añejos, alimentos procesados y bebidas con cafeína o alcohol puede desencadenar Migrañas en algunas personas
- Cambios hormonales: las fluctuaciones en los niveles de estrógeno, como las que ocurren durante la menstruación, el embarazo o la menopausia, pueden influir en la frecuencia e intensidad de las Migrañas
- Estrés: el Estrés emocional o físico es un desencadenante común de las Migrañas
- Alteraciones del sueño: la falta de sueño o los cambios en los patrones de sueño pueden precipitar ataques de Migraña
- Estímulos sensoriales: luces brillantes, ruidos fuertes o ciertos olores pueden iniciar una Migraña en individuos sensibles
- Factores ambientales: cambios en el clima, la presión barométrica o la altura pueden influir en la aparición de Migrañas en algunas personas
¿Cómo se diagnóstica la Migraña?
El diagnóstico de la Migraña es clínico y se basa en la historia del paciente y la descripción de los síntomas. No existen pruebas específicas para diagnosticar la Migraña, pero en algunos casos, los médicos pueden solicitar estudios de imagen como una resonancia magnética (RM) o una tomografía computarizada (TC) para descartar otras condiciones neurológicas.
Los criterios diagnósticos de la Migraña según la International Headache Society (IHS) incluyen:
- Al menos cinco episodios de cefalea que duren entre cuatro y 72 horas sin tratamiento
- La cefalea debe tener al menos dos de las características como dolor unilateral, dolor pulsátil, intensidad moderada a severa o empeoramiento con la actividad física
- Presencia de al menos uno de los síntomas asociados como Náuseas y/o vómitos, o fotofobia y fonofobia
Tratamiento de la Migraña
El manejo de la Migraña se divide en tratamiento agudo y tratamiento preventivo.
Tratamiento agudo
El objetivo es aliviar el dolor y reducir los síntomas una vez que el ataque ha comenzado. Entre las opciones terapéuticas se incluyen:
- Analgésicos de venta libre, como ibuprofeno, paracetamol y naproxeno, pueden ser efectivos en casos leves
- Triptanes, que actúan sobre los receptores de serotonina, reduciendo la inflamación y la dilatación de los vasos sanguíneos
- Ergotamínicos, los cuales se usan en casos más severos, aunque tienen más efectos secundarios
- Antieméticos, pueden ayudar con las náuseas y los vómitos asociados a la Migraña
- Medicamentos combinados, algunas combinaciones de analgésicos con cafeína pueden mejorar la efectividad del tratamiento
Tratamiento preventivo
Se recomienda en pacientes con ataques frecuentes o severos que afectan significativamente su calidad de vida. Algunas opciones incluyen:
- Betabloqueantes, que pueden reducir la frecuencia de las Migrañas
- Algunos antidepresivos o anticonvulsivantes pueden ser útil en algunos pacientes
- Anticuerpos monoclonales contra el CGRP, que son una opción innovadora en la prevención de la Migraña
- Modificaciones en el estilo de vida, que incluye evitar desencadenantes, mantener una rutina de sueño regular y reducir el estrés puede ayudar en la prevención de la Migraña
Las Migrañas son una condición neurológica compleja que involucra múltiples mecanismos en el cerebro, desde la activación del sistema trigeminovascular hasta alteraciones en los neurotransmisores y la inflamación neurogénica. El diagnóstico temprano y el manejo adecuado con un especialista en Neurología pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.