
¿Qué es la Patología Funcional en Niños?
Grupo de Trastornos Gastrointestinales comunes que afectan el funcionamiento del sistema digestivo, pero sin evidencia de daño estructural o anomalías bioquímicas.
¿Cuáles son las Patologías Digestivas Funcionales más comunes en niños?
La Patología Funcional en Niños se refiere a la presencia de síntomas o manifestaciones de enfermedad sin que sea posible identificar una alteración estructural a través de exámenes, como Análisis de Sangre o Estudios de Imagen. Es decir, existe una disfunción sin una causa evidente en pruebas diagnósticas convencionales.
Cólico del Lactante
Es una de las Patologías Funcionales más comunes en los primeros tres meses de vida. Se caracteriza por episodios de llanto intenso, frecuente y de difícil manejo, sin que haya una causa evidente en el sistema digestivo. Aunque el bebé llora de manera recurrente, no se encuentra ninguna condición estructural que lo explique.
Dolor Abdominal Funcional
Se presenta como un dolor intenso, recurrente y de corta duración, que no se asocia con otros síntomas gastrointestinales. Puede ocurrir varias veces a la semana o al mes, pero no conduce a complicaciones quirúrgicas ni requiere intervenciones inmediatas. Este dolor mejora con el tiempo o con medidas simples como la aplicación de calor local.
Regurgitación y Síndrome de Rumiación
La Regurgitación es común en los primeros meses de vida y se considera un proceso fisiológico. Sin embargo, en niños preescolares y escolares, puede presentarse el síndrome de rumiación, donde el niño regurgita el contenido gástrico de forma involuntaria o inconsciente, volviéndolo a masticar. Esta condición no suele evidenciarse en exámenes diagnósticos, por lo que su diagnóstico se basa en la historia clínica.
Constipación Funcional
Se define como el tránsito intestinal lento, lo que provoca acumulación de materia fecal en el intestino grueso. Al absorberse más agua, las deposiciones se endurecen, dificultando su evacuación. Esto puede causar Fisuras Anales y generar miedo en el niño, llevándolo a retener voluntariamente las heces, lo que perpetúa el problema. La alimentación inadecuada y la falta de fibra pueden contribuir a esta condición.
¿Qué papel juega la dieta en las Patologías Digestivas Funcionales?
Al tratarse de alteraciones en la función digestiva y no de daños estructurales, la alimentación desempeña un papel clave en el manejo de estas patologías. Se recomienda una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y agua, evitando bebidas azucaradas y gaseosas.
El intestino está diseñado para procesar alimentos naturales, los cuales contienen nutrientes esenciales que favorecen su funcionamiento. Sin embargo, el ritmo de vida actual ha llevado a cambios en la dieta, reduciendo la ingesta de alimentos frescos y aumentando el consumo de procesados. Mantener un equilibrio adecuado en la alimentación es fundamental para prevenir y manejar estas patologías.
¿Qué síntomas indican una Patología Digestiva Funcional en niños?
Los síntomas de una Patología Funcional pueden ser similares a los de una enfermedad estructural, como el Cólico de Lactante, que puede confundirse con Gastroenteritis o alergia a la proteína de leche de vaca. Sin embargo, una Patología Funcional se caracteriza por la resolución espontánea de los síntomas sin necesidad de tratamiento farmacológico o intervenciones invasivas.
Además, las Patologías Funcionales no afectan el crecimiento ni el desarrollo del niño. Los pequeños con estos trastornos continúan con su desarrollo físico y psicosocial normal, aunque los síntomas pueden interferir en su rutina diaria de manera temporal.
¿Qué avances recientes mejoran el diagnóstico y tratamiento en Pediatría?
Las Patologías Funcionales en Niños, como el Cólico del Lactante, el Dolor Abdominal Funcional, la Regurgitación y la Constipación, son condiciones comunes que pueden generar preocupación en los padres. A pesar de ser molestas, no representan un riesgo grave y suelen resolverse con el tiempo. La Lactancia Materna y una alimentación adecuada pueden contribuir significativamente a la mejora de estos trastornos. La comprensión de estos procesos permite un mejor manejo y una menor Ansiedad frente a su presencia en los niños.