El objetivo es lograr no solo resultados estéticos atractivos a corto plazo, sino mantener la funcionalidad y belleza a largo plazo.
En la Otorrinología, la línea entre la Rinoplastía Estética y Funcional se difumina, ya que nuestra especialidad se centra en la Rinoplastía Funcional, que naturalmente conlleva cambios estéticos armoniosos.
Contrario a la visión tradicional de la Cirugía Plástica, donde se podría asociar la Rinoplastía únicamente con cambios externos, en la actualidad, todas las especialidades buscan armonizar lo funcional y lo estético en los resultados para el paciente.
Un procedimiento menos invasivo
En la Medicina en general, la constante investigación busca los mejores procedimientos, técnicas y materiales. La tendencia actual se inclina hacia cirugías menos invasivas, respetando tanto el esqueleto óseo como cartilaginoso, el objetivo es lograr no solo resultados estéticos atractivos a corto plazo, sino mantener la funcionalidad y belleza a largo plazo.
Los mayores desafíos en la Rinoplastía son utilizar técnicas mínimamente invasivas que mantengan resultados a lo largo del tiempo. Los riesgos incluyen complicaciones quirúrgicas, desde reacciones adversas a la anestesia hasta respuestas inesperadas a los procedimientos y materiales utilizados. La importancia de manos expertas, equipos especializados y lugares con recursos adecuados para abordar complicaciones es crucial.
Evaluación prequirúrgica y necesidades del paciente
Antes de cualquier procedimiento, una evaluación exhaustiva y conversaciones detalladas con el paciente son esenciales. Establecer expectativas realistas, proporcionar consentimiento informado y explicar posibles reacciones o complicaciones son pasos cruciales.
Comprometer al paciente con los controles postoperatorios y promover hábitos saludables, como evitar fumar, contribuyen a mejores resultados y reducen complicaciones.
El candidato ideal para una Rinoplastía Estética y Funcional es aquel con problemas de función nasal permanente y rasgos nasales percibidos como desarmoniosos. Herramientas como escáneres y Nasofibroscopías permiten una evaluación objetiva. La salud general del paciente y su capacidad para enfrentar una intervención prolongada también deben evaluarse.
El enfoque esencial es evaluar las necesidades del paciente en términos de funcionalidad y estética, identificar los puntos específicos de incomodidad y trabajar en cada uno es clave. Analizar la punta, ángulos, proyección, altura y anchura de la nariz permite una conversación franca sobre las posibilidades de la cirugía.
La Rinoplastía, cuando se aborda con responsabilidad y atención a los detalles, puede lograr resultados que no solo cumplen con las expectativas estéticas del paciente, sino que también mejoran significativamente la función nasal. La clave radica en un enfoque integral, evaluación precisa y un compromiso compartido entre el médico y el paciente.
Resultados y complicaciones
Las complicaciones pueden variar desde reacciones de la piel hasta infecciones locales. La forma final de la nariz, que puede no coincidir con las expectativas del paciente, es una complicación que puede evitarse mediante una adecuada evaluación y consejería.
Algunas molestias transitorias, como costras o disminución de la sensibilidad, deben informarse previamente, siendo parte integral del proceso de recuperación.