Los problemas de aprendizaje en los niños son dificultades que afectan la capacidad de un niño para adquirir, procesar, almacenar o utilizar información.
¿Cuáles son las causas más comunes de los problemas de aprendizaje en niños?
El aprendizaje es un proceso complejo que implica ciertos cambios relativamente perdurables en las habilidades, los cuales no son consecuencia natural del crecimiento o del desarrollo. Es decir, se requiere que el individuo tenga un nivel adecuado de maduración cerebral, pero también que se desenvuelva en un ambiente enriquecedor que favorezca el desarrollo de nuevas habilidades.
Aprender no implica únicamente memorizar, sino también almacenar conceptos de forma tal que estos nuevos conocimientos permitan generar redes neuronales que faciliten la creación de ideas y conceptos propios.
¿Cómo se identifican los problemas de aprendizaje en los primeros años de escolaridad?
En muchos casos, los niños presentan dificultades incluso antes de iniciar la educación primaria o básica, según el país de Latinoamérica. Estas dificultades pueden incluir retrasos en la adquisición del lenguaje o problemas para comprender la idea de los números, como asociar una cantidad a una magnitud específica (por ejemplo, reconocer dónde hay más manzanas).
Una vez que el niño ingresa al sistema escolar formal, ya sea en la educación básica, preparatoria o inicial, las dificultades más evidentes suelen manifestarse como un retraso en el desarrollo de la lectoescritura en comparación con sus pares. También pueden observarse problemas en la adquisición de las operaciones matemáticas básicas: sumas, restas, multiplicaciones y divisiones.
Estas dificultades pueden conllevar además a problemas de conducta. Algunos niños tienen dificultad para controlar sus impulsos, se levantan repetidamente del asiento, interrumpen a sus compañeros, abandonan el aula o, en casos más extremos, presentan conductas autoagresivas o heteroagresivas (agresión a otras personas).
¿Qué causas biológicas pueden estar relacionadas con los problemas de aprendizaje?
Existen múltiples factores de índole biológica que pueden influir en que un niño no logre aprender con normalidad. Uno de ellos es un déficit en los procesos superiores: por ejemplo, una inteligencia levemente disminuida en comparación con otros niños de la misma edad.
También es posible que el niño tenga una inteligencia dentro del rango normal, pero que su capacidad de aprendizaje se vea interferida por otros factores, como problemas emocionales, trastorno por déficit atencional (uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentemente diagnosticados en edad escolar), o déficits sensoriales como dificultades para ver, oír o moverse adecuadamente.
Por último, existen los trastornos específicos del aprendizaje, en los cuales el niño, pese a contar con una capacidad intelectual adecuada, presenta dificultades específicas en áreas críticas del aprendizaje. Dentro de estos se encuentran:
- El Trastorno Específico del Aprendizaje de la lectoescritura o Dislexia
- El trastorno específico de las habilidades de escritura, como la disortografía
- El Trastorno Específico del Aprendizaje de las matemáticas o discalculia
¿Cuándo se debe realizar una evaluación neurológica?
Las dificultades pueden manifestarse incluso antes del inicio de la educación primaria, durante la etapa preescolar. La aparición de estos signos ya justifica la evaluación por parte de un especialista.
Durante esta evaluación, el profesional realiza una revisión detallada del desarrollo del niño, considerando antecedentes del Embarazo, Parto y los hitos del desarrollo en etapas como la lactancia y el preescolar. Esta historia clínica se complementa con los hallazgos del examen físico, el relato de los padres y la información proporcionada por los profesores a través de cuestionarios e informes escolares.
¿Qué intervenciones tempranas son efectivas para niños con dificultades de aprendizaje?
La intervención dependerá del tipo de déficit o causa subyacente del problema de aprendizaje. En casos de Déficit Intelectual, es probable que el niño requiera una educación adaptada a sus capacidades. Existen distintos tipos de instituciones educativas según el nivel de Déficit y las habilidades adaptativas del menor.
Si se trata de un problema sensorial, como dificultades visuales o auditivas, será necesario derivar al niño a los especialistas correspondientes (Oftalmólogo, Otorrinolaringólogo, entre otros). Ante problemas emocionales, se recomienda la evaluación psicológica.
En el caso del Trastorno por Déficit Atencional, el tratamiento puede incluir una intervención farmacológica y/o un manejo no farmacológico, según la edad del niño y la presencia de otras condiciones asociadas. Finalmente, si se identifica un trastorno específico del aprendizaje, se recomienda la intervención de un profesional psicopedagógico o un educador diferencial, con una estrategia específica para ese tipo de dificultad.
¿Cómo pueden los padres apoyar el aprendizaje de sus hijos en casa?
El aprendizaje requiere no solo una adecuada maduración cerebral, sino también un entorno enriquecedor. Este ambiente inicia en el hogar, y los padres suelen ser los primeros educadores.
Desde las primeras interacciones, al hablar e involucrarse con sus hijos, los padres promueven el desarrollo cognitivo. Uno de los apoyos fundamentales es el fomento de la lectura. Se ha observado que los buenos lectores suelen tener padres que leen con ellos y les sirven de modelo. El desarrollo de habilidades prelectoras es clave, y no solo para niños con dificultades, sino para todos.
Cuando el niño ha sido diagnosticado con alguna condición relacionada con el aprendizaje, el rol de los padres es esencial en el tratamiento. Ninguna intervención, ya sea farmacológica o no, será completamente efectiva sin el compromiso activo de la familia. Por ello, es fundamental que los padres consulten de forma oportuna, trabajen de la mano con profesionales médicos, docentes y el entorno escolar del niño.
¿Qué expectativas pueden tener los padres respecto al progreso de sus hijos?
Las expectativas dependen en gran medida del caso individual. En general, los padres desean lo mejor para sus hijos y buscan que sean felices, plenos y capaces de desarrollarse al máximo de sus habilidades.
Incluso ante la presencia de un Trastorno Cognitivo, un Trastorno Específico del Aprendizaje o un Déficit Atencional, muchos padres anhelan ver cómo sus hijos progresan y se convierten en adultos satisfechos y contentos con su vida. Lo importante es centrarse en el bienestar integral del niño y su capacidad de superación.
¿Qué se recomienda a los padres que aún dudan en acudir al médico?
Es común que algunos padres teman que una consulta neurológica termine en la prescripción de medicamentos. Sin embargo, los tratamientos farmacológicos, especialmente en casos de déficit atencional, son solo una de varias alternativas disponibles y no siempre son necesarios.
Lo recomendable es que los padres dejen de lado estos prejuicios y comprendan que una consulta con un Neurólogo Infantil tiene como objetivo realizar una evaluación integral. A partir del diagnóstico se determinará el tratamiento más adecuado, el cual puede incluir o no medicamentos.
Cuando se considera el uso de fármacos, se informan detalladamente sus alcances, beneficios y posibles efectos adversos, y la decisión final siempre recae en los padres. Por ello, se les alienta a acudir a la evaluación sin miedo, con la mente abierta, y dispuestos a explorar todas las alternativas que puedan ayudar a su hijo a superar sus dificultades.