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Vacunas infantiles: para qué sirven y la importancia de su aplicación

Vacunas infantiles: para qué sirven y la importancia de su aplicación

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La redacción de Top Doctors
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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 17/03/2019

Hace 30 años se conocían solamente 4 o 5 vacunas para administrar, pero en la actualidad, están disponibles alrededor de 15 vacunas para proteger entre 20 a 25 enfermedades.

Dr. Juan José Almaraz Navarro

La función principal de la vacuna para bebés o vacunas infantiles es interactuar con el sistema inmune de los niños. Esto con el objetivo de imitar lo que sucedería en el momento de tener contacto con un germen, virus o bacteria en el organismo y deben ser prescritas por un pediatra.

Básicamente, las vacunas tienen como función principal crear anticuerpos para simular la función inmunológica. Así, el niño evitará sufrir la enfermedad, sus posibles consecuencias o complicaciones, ya que tiene administrada dentro de su cuerpo una sustancia que está previamente preparada para que el sistema inmune la reconozca como extraña: genere anticuerpos y los proteja, muchas veces, de por vida.

Todas las vacunas aprobadas son importantes

Todas las vacunas disponibles para administrar a un ser humano, y que hayan sido aprobadas, son importantes. Todo ser humano puede protegerse, no sólo los niños. A veces se toma en cuenta la edad, pues hay vacunas para niños adolescentes y adultos, pero no hay una más importante que la otra. Hace 30 años se conocían solamente 4 o 5 vacunas para administrar, pero en la actualidad, gracias a la investigación médica, están disponibles alrededor de 15 vacunas para proteger entre 20 a 25 enfermedades.

Algunos riesgos y reacciones a considerar

Los riesgos de administrar una vacuna es que se introduce al sistema inmune del niño una sustancia extraña, lo cual puede desencadenar una reacción diferente en el cuerpo. Sin embargo, esto es benéfico pues se están creando los anticuerpos sin padecer la enfermedad. Si esto no se realizara, el niño quedaría expuesto al padecimiento de manera natural.

Las reacciones locales son dolor y enrojecimiento, así como un poquito de inflamación en el sitio de aplicación de la vacuna. Estas molestias, generalmente, son pasajeras. En algunos casos, puede haber malestar general, dolor articular, fiebre, dolor de cabeza, falta de apetito, y las que sí pueden ser graves como las reacciones anafilácticas o alérgicas.  

Pediatría