Escrito por: Dr. Juan Pablo Seguel Careaga Psiquiatra en Providencia
Se debe establecer un plan de tratamiento individualizado, que puede incluir intervenciones psicoterapéuticas, actividad física y en casos más graves, tratamiento farmacológico.
El concepto de Depresión es amplio y ha sido estudiado exhaustivamente a lo largo de la historia de la Psiquiatría. Desde los abordajes más clásicos hasta las definiciones modernas presentes en los manuales diagnósticos, la Depresión sigue siendo un desafío para los Médicos Psiquiatras.
Existen distintos tipos de Depresión, desde la clásica Depresión Mayor hasta las formas atípicas. La Depresión Mayor se caracteriza por episodios depresivos que pueden ser aislados y presentan síntomas típicos como:
- Angustia
- Ansiedad
- Insomnio
- Pérdida de apetito
Por otro lado, las depresiones atípicas se manifiestan con exceso de sueño, aumento del apetito y sensación de enlentecimiento.
Abordaje terapéutico para la Depresión
El tratamiento de la Depresión requiere un enfoque integral y multidisciplinario. Es fundamental realizar un diagnóstico diferencial entre la Depresión Monopolar y Bipolar, lo cual puede ser complejo debido a la superposición de síntomas.
Se debe establecer un plan de tratamiento individualizado, que puede incluir intervenciones psicoterapéuticas, actividad física y en casos más graves, tratamiento farmacológico.
El tratamiento farmacológico de la Depresión puede incluir diferentes tipos de antidepresivos, como los ISRS, antidepresivos duales y antipsicóticos. Es importante adaptar el tratamiento a las necesidades específicas de cada paciente y considerar la comorbilidad con otras Enfermedades Psiquiátricas.
Depresión resistente y nuevas alternativas terapéuticas
En casos de Depresión Resistente, se requiere un enfoque más complejo que puede incluir estabilizadores del ánimo, Terapias Psicológicas y evaluación de Trastornos de Personalidad. Aunque existen nuevas alternativas terapéuticas prometedoras, como la psilocibina y la estimulación magnética transcraneal, su acceso puede ser limitado.
Las terapias ocupacionales, el ejercicio físico y el establecimiento de rutinas son cada vez más reconocidos como componentes importantes del tratamiento de la Depresión. Estas intervenciones pueden ser especialmente beneficiosas para pacientes que necesitan apoyo comunitario y social.