Sedación Consciente en Odontología
La Sedación Consciente le facilitará el trabajo al Odontólogo, sobre todo con aquellos pacientes que padecen Odontofobia.
Existen personas que padecen de terror por asistir al Dentista y/o pensar en someterse a algún tratamiento bucal, este miedo es llamado Odontofobia. Asimismo, hay quienes sienten mucho Estrés durante estas consultas. Para este tipo de pacientes la Sedación Consciente es una alternativa.
Esta técnica consiste en administrar al paciente una combinación de fármacos que le ayudarán a estar relajado y consciente durante todo el proceso.
La Sedación Consciente se realiza a través de la inhalación de una mezcla de óxido nitroso y oxígeno, que se administra a través de una mascarilla nasal. El óxido nitroso es un gas inodoro e incoloro que produce una sensación de bienestar y relajación en el paciente, sin alterar su capacidad de comunicarse y responder a las instrucciones del dentista.
Puede ser utilizada en pacientes de todas las edades. Además, su efecto es reversible, por lo que, una vez finalizado el procedimiento dental, el paciente se recupera rápidamente y puede volver a sus actividades diarias.
Existen 4 tipos de Sedación:
1. Sedación Intravenosa
2. Sedación Profunda
3. Sedación Mínima
4. Sedación Combinada
¿Qué ocurre durante la Sedación Consciente?
Durante la Sedación Consciente, el paciente estará consciente en todo momento, sin embargo, sentirá relajación y tranquilidad.
Otras ventajas de la Sedación Consciente para el paciente son: menor Ansiedad, mayor seguridad en la consulta, rapidez en consulta (puede realizar tratamientos en una sola sesión), mejor recuperación y posoperatorio.
¿En qué tratamientos se puede utilizar?
- Limpieza Bucal
- Revisión Dental
- Extracción de Dientes
- Colocación de Implantes y Prótesis
- Obturaciones o Empastes Dentales
En general, la Sedación Consciente en Odontología se puede utilizar en cualquier procedimiento dental que pueda generar ansiedad o incomodidad en el paciente.
Contraindicaciones
La Sedación Consciente debe ser llevada por el profesional en Odontología, quien deberá supervisar en todo momento al paciente.
Primero que nada, el Dentista deberá conocer el estado general de salud para saber si no hay alguna contraindicación, posteriormente se realizará una Prueba de Coagulación y un Electrocardiograma.