Vértigo: Cuáles son sus causas, tipos más comunes y por qué es importante tratarlo a tiempo

Vértigo: Cuáles son sus causas, tipos más comunes y por qué es importante tratarlo a tiempo

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: Luis Ángel Cortina Sánchez el 19/06/2025

El Vértigo es una de las causas más comunes de consulta en Otorrinolaringología y Neurología. Se manifiesta como una sensación de movimiento giratorio o inestabilidad que puede afectar de forma significativa la calidad de vida de quienes lo padecen.


Aunque muchas veces se asocia a problemas del oído interno, las causas pueden ser diversas y su identificación temprana es fundamental para evitar complicaciones.


En Chile, se estima que miles de personas presentan síntomas de Vértigo cada año, pero no todos reciben un diagnóstico preciso o tratamiento adecuado.


¿Qué es el Vértigo?

El Vértigo es un síntoma, no una enfermedad en sí misma. Se define como la falsa sensación de movimiento, generalmente giratorio, del entorno o del propio cuerpo. Se diferencia del mareo general, ya que el Vértigo suele estar acompañado de una clara percepción de giro o desplazamiento.


Puede presentarse de forma súbita o progresiva, con episodios breves o prolongados, y estar acompañado de otros síntomas como náuseas, Vómitos, pérdida del equilibrio, sudoración y zumbidos en los oídos (Acúfenos).


Principales causas del Vértigo

El Vértigo puede tener múltiples orígenes, los cuales se agrupan principalmente en dos grandes categorías:


Vértigo periférico (más común)

Proviene de alteraciones en el oído interno o el nervio vestibular. Entre sus causas más frecuentes están:

  • Vértigo Posicional Paroxístico Benigno (VPPB): causado por el desplazamiento de pequeños cristales de carbonato de calcio dentro del oído interno
  • Neuronitis vestibular: inflamación del nervio vestibular, generalmente de origen viral
  • Enfermedad de Ménière: trastorno crónico caracterizado por Vértigo, pérdida de audición, acúfenos y sensación de presión en el oído
  • Labirintitis: inflamación del laberinto, también de posible origen infeccioso


Vértigo central

Menos frecuente pero potencialmente más grave. Se debe a alteraciones en el sistema nervioso central, como:


Tipos de Vértigo más comunes

Existen diferentes tipos de Vértigo que se clasifican según sus manifestaciones clínicas:


Vértigo Posicional Paroxístico Benigno (VPPB)

Es el tipo más frecuente, especialmente en personas mayores de 50 años. Se desencadena por cambios en la posición de la cabeza y suele durar pocos segundos.


No se acompaña de pérdida auditiva y su tratamiento es con maniobras de reposición: las cuales permiten relocalizar los otolitos (cristales de calcio que hay en el oído interno) y de esa manera los pacientes, en su gran mayoría, se mejoran sin medicamentos.


Aunque es benigno, puede ser muy incapacitante si no se trata adecuadamente.


Enfermedad de Ménière

Se presenta en episodios prolongados, con Vértigo severo, pérdida auditiva fluctuante, acúfenos y plenitud ótica. Tiene un curso crónico y puede impactar significativamente la audición y el equilibrio.


Afecta generalmente a personas en edad media y requiere manejo de las crisis con medicamentos, cambios de hábitos de vida y manejo de condiciones neuropsiquiátricas asociadas.


Neuronitis Vestibular

En personas de edad media, provoca Vértigo intenso que puede durar varios días, sin afectación auditiva. Además, se suele asociar a náuseas y vómitos. Suele mejorar progresivamente con fármacos antivertiginosos, pero puede requerir rehabilitación vestibular.


Migraña vestibular (más común en jóvenes)

Se presenta principalmente en adultos jóvenes y adolescentes, la Migraña Vestibular aparece como una causa habitual. A menudo subdiagnosticada, se presenta como episodios de vértigo que pueden durar desde horas hasta un par de días, acompañados de dolor de cabeza con características migrañosas. Para su manejo es importante el control del estrés, la higiene del sueño y, en algunos casos, la terapia con medicamentos.


Vértigo de origen central

Es el tipo de Vértigo menos frecuente, pero puede ser señal de una afección neurológica seria. Se caracteriza por una evolución más lenta, síntomas menos claros y mayor dificultad para el equilibrio.


Vértigo Funcional o Psicológico

El Vértigo Funcional o Psicológico es otro tipo de Vértigo frecuente, se conoce también como mareo postural perceptual persistente. A menudo aparece tras cuadros de Ansiedad no resueltos o prolongados, generando un ciclo difícil de romper.


Se genera un círculo vicioso donde el vértigo genera una crisis de Ansiedad, y a su vez la crisis de angustia hace que los pacientes estén más susceptibles a la crisis de vértigo. Este tipo se ve con frecuencia en personas que tienen antecedentes de Ansiedad o crisis de pánico. El tratamiento requiere Terapia Psicológico y, en algunos casos, apoyo farmacológico.


¿Por qué es importante tratar el Vértigo a tiempo?

El tratamiento oportuno del Vértigo es fundamental para prevenir complicaciones más graves como caídas o lesiones, Accidentes Cerebrovasculares o Tumores.

 

El Vértigo aumenta el riesgo de caídas, especialmente en adultos mayores. El diagnóstico y tratamiento oportuno reducen significativamente este riesgo. Debido a que los episodios de Vértigo pueden limitar las actividades diarias, generar Ansiedad y provocar ausentismo laboral, un tratamiento adecuado mejora la autonomía y bienestar del paciente.


En algunos casos, el Vértigo es síntoma de enfermedades graves como ACV o tumores. Detectarlo a tiempo puede salvar vidas. Además, cuando se aborda en etapas tempranas, el Vértigo responde mejor a Terapias Físicas, Farmacológicas o intervenciones específicas, según la causa.


Diagnóstico del Vértigo

El diagnóstico debe ser realizado por un especialista, como un Otorrinolaringólogo o un Neurólogo, mediante:

  • Historia clínica detallada
  • Exploración física con pruebas vestibulares
  • Estudios de imagen (resonancia magnética o tomografía), si se sospecha un origen central
  • Audiometría, en casos con síntomas auditivos


Opciones de tratamientos disponibles

El tratamiento del Vértigo dependerá de la causa específica. En el caso del Vértigo Postural se requieren maniobras de reposicionamiento canalicular (como la maniobra de Epley) y terapias de rehabilitación vestibular.


Cuando se presenta Enfermedad de Ménière, es importante llevar una dieta baja en sal, así como, tomar diuréticos y medicamentos vestibulares. En casos graves, es necesario el tratamiento quirúrgico.


En casos de Neuronitis vestibular, se recomienda medicación sintomática en la fase aguda, acompañada de ejercicios de rehabilitación para recuperación funcional. Mientras que, si se presenta Vértigo central será necesario un abordaje de la enfermedad de base (ACV, tumores o migraña), así como, terapia física y neurológica especializada.


Rehabilitación Vestibular: un pilar en el tratamiento

La rehabilitación vestibular es una terapia física personalizada que ayuda a mejorar el equilibrio y reducir la sensación de Vértigo mediante ejercicios específicos. Es especialmente útil en casos crónicos o tras afecciones del oído interno, y su eficacia está bien documentada en la literatura médica.


¿Cuándo es necesario acudir a un especialista por Vértigo?

Se recomienda consultar a un especialista en Otorrinolaringología o Neurología si:

  • El Vértigo es recurrente o persistente
  • Está acompañado de pérdida auditiva, zumbidos o visión doble
  • Interfiere con tus actividades cotidianas
  • Aparece de forma súbita e intensa, especialmente si se presentan síntomas neurológicos


El Vértigo no debe subestimarse. Aunque muchas veces tiene una causa benigna y las crisis pueden resolverse por sí solas, su impacto en la vida diaria puede ser profundo y, en algunos casos, puede ser indicio de enfermedades más graves.


Es fundamental no minimizar los síntomas y buscar atención especializada a tiempo. Un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado permiten recuperar el equilibrio físico y emocional del paciente. 

Otorrinolaringología