¿Cómo estimular hábitos de estudio en los niños?

¿Cómo estimular hábitos de estudio en los niños?

Editado por: Vanessa Calvo Camacho el 12/06/2023

El cerebro tiene una inclinación natural hacia la adquisición de conocimiento y la formación de nuevas conexiones neuronales desde el momento del nacimiento.


La curiosidad y el hábito de estudio son características innatas en los seres humanos desde temprana edad.


Comenzar desde los primeros años

En este sentido, es responsabilidad de los padres fomentar y potenciar esta curiosidad en sus hijos desde los primeros años, a través de estímulos enriquecedores y experiencias gratificantes que contribuyen a su desarrollo cognitivo y motivación por el aprendizaje.


Desde el ingreso al sistema escolar, es esencial trabajar para que el estudio sea algo gratificante y que los niños se sientan eficaces y capaces de aprender. Para lograrlo, es recomendable establecer rutinas y hábitos de estudio desde el primer año escolar.


Organizar los momentos de estudio

Dedicar un breve tiempo diario para repasar lo aprendido en clase fortalece el hábito de trabajo y la consolidación de los contenidos. Además, es posible detectar si el estudiante padece de algún Trastorno del Aprendizaje.


La motivación de los niños para estudiar depende de diversos factores y es un aspecto clave a tener en cuenta. Es esencial que los menores sientan la capacidad de realizar un trabajo escolar eficaz y exitoso.


La Neurociencia brinda conocimientos valiosos sobre cómo el cerebro procesa el conocimiento en diferentes áreas cerebrales. Con esta información, los especialistas la utilizan para fomentar el estudio partiendo de múltiples vías sensoriales:

-       Leer en voz alta

-       Explicar los temas a otros

-       Hacer gestos

-       Utilizar las manos al escribir


De acuerdo con la teoría de las inteligencias múltiples, cada persona tiene una inteligencia predominante. Algunos individuos son más visuales, otros más kinestésicos o auditivos.


Es benéfico aprovechar esta preferencia individual en el estudio, pero siempre acompañada por el uso de otras modalidades para crear conexiones neuronales más sólidas. Limitarse a un solo enfoque, como leer visualmente, dificulta el proceso de recuperación de la información en momentos de Estrés o nerviosismo.


En cambio, al combinar diferentes enfoques, como leer, escribir, subrayar y esquematizar, se facilita la retención de la información.


No sobresaturar al niño

Es importante tener en cuenta que los tiempos de estudio deben ser breves, especialmente en los primeros años escolares, ya que los niños tienen jornadas escolares completas y necesitan tiempo de descanso.


Lo recomendable es 10 minutos por nivel escolar para repasar los contenidos. Por ejemplo, al inicio comenzar con el tiempo recomendado y en primer año de enseñanza media, ya es posible extenderse a más de una hora.


Establecer límites y rutinas puede resultar desafiante, sobre todo cuando los padres no están presentes físicamente o cuando la tecnología interfiere en el proceso de estudio. Sin embargo, es fundamental asumir la responsabilidad de guiar a los niños y asegurar que tengan tiempos dedicados y apropiados para el estudio.

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