Habilidades Parentales: La importancia de cuidar, proteger y educar a nuestros hijos
El desarrollo integral del niño/a está influenciado por múltiples variables, incluyendo las habilidades parentales y otros factores como la genética, la cultura, el contexto social y la etapa evolutiva del niño/a.
¿Qué son las Habilidades Parentales?
Cuando hablamos de "Habilidades Parentales", nos referimos a las capacidades prácticas que poseen las madres, padres o personas adultas significativas de un niño, niña y/o adolescente para cuidar, proteger y educar a sus hijos, asegurándoles un ambiente sano y un desarrollo integral.
¿Cómo y qué influye en las Habilidades Parentales?
Las Habilidades Parentales están influenciadas por múltiples causas como factores genéticos hereditarios de los padres o cuidadores, las historias de vida, la cultura y los contextos sociales tienen un impacto en la forma en que los padres responden a las necesidades de sus hijos y en su nivel de involucramiento con ellos. Además, la etapa evolutiva de los hijos y las demandas que se presentan en un mundo cada vez más exigente también influyen en el proceso de crianza.
Otros factores de importancia son:
- Pobreza multidimensional
- Ambientes delictuales
- Dinámicas familiares de violencia
- Maltrato
- Abuso Sexual
- Presencia de Abuso de Alcohol y Drogas, entre múltiples riesgos psicosociales
- La connotación social de lo que significa ser “ buen padre o buena madre”
- Los estilos de apego
¿Qué Habilidades Sociales deben tener los cuidadores?
Los cuidadores deben tener una serie de Habilidades Sociales para garantizar un adecuado desarrollo integral del niño/a. Estas habilidades pueden dividirse en diferentes categorías, como las habilidades emocionales, fisiológicas, cognitivas y sociales.
Las habilidades emocionales se refieren a la capacidad del cuidador para desarrollar empatía y procesos de mentalización, lo que permite estar en sintonía emocional con el niño/a. Las habilidades fisiológicas incluyen la capacidad de responder adecuadamente a las necesidades fisiológicas básicas del niño/a, como comer y dormir.
Las habilidades cognitivas se relacionan con la capacidad del cuidador para estimular el aprendizaje y la exploración en el niño/a. Las habilidades emocionales y sociales, como la regulación y expresión de emociones, seguridad y autonomía, son fundamentales para momentos de Estrés o desregulación emocional del niño/a, ya que pueden propender al surgimiento de una Psicopatología o garantizar avances significativos en el Desarrollo Infantil.
Todos estos elementos están en estrecha relación con la conformación de la personalidad del niño/a, incluyendo su temperamento y carácter, así como factores resilientes que le permiten sobreponerse ante las adversidades.
Beneficios de buenas Habilidades Parentales
Un beneficio importante es que los niños que han sido criados en un ambiente de amor y respeto son más propensos a tener una Autoestima saludable, lo que puede impactar positivamente en su capacidad para tomar decisiones informadas y satisfactorias en su vida adulta.
Es importante no perder la oportunidad única de disfrutar con ellos el proceso de maduración, exploración e identificación. Recuerda que los padres son los héroes de sus vidas y por ello esperan protección, seguridad, valoración, pero, sobre todo, amor. La misión de criar a un hijo responsablemente es una tarea difícil, pero cuando se integra una variable significativa como el "amor", muchas limitaciones ya no son relevantes.
Orientación para buenas Habilidades Parentales
Es fundamental que el Estado y las instituciones creen instancias para proporcionar a los padres y cuidadores herramientas y orientación que les permitan criar a sus hijos de la mejor manera posible. Como padres o cuidadores, es vital recordar que también fueron niños. Deben reconocer s propia experiencia como personas con capacidades y debilidades, con miedos, frustraciones y experiencias significativas, algunas hermosas y otras dolorosas. Sin embargo, deben evitar transferir esa carga emocional a sus hijos, ya que ellos deben construir sus propias historias.
Su tarea como padres es ser sus acompañantes y guías en la co-construcción de una historia particular en la que se sientan identificados, seguros, validados y, sobre todo, amados.