Trastorno por Déficit de Atención en Adultos (TDAH): Un desafío silencioso
El TDAH en Adultos se caracteriza principalmente por inatención, impulsividad e inquietud interna, lo que repercute en el ámbito laboral, académico, social y familiar. A menudo se encuentra infradiagnosticado, ya que sus síntomas en la adultez pueden expresarse de forma diferente a los de la niñez.
Causas del TDAH en adultos
El origen del TDAH es complejo y multifactorial. Entre los principales factores se encuentran:
- Genética: se ha demostrado que existe una fuerte influencia hereditaria. Variantes en genes que regulan neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina incrementan el riesgo de padecerlo
- Factores ambientales: la exposición prenatal a tóxicos, el bajo peso al nacer o experiencias adversas durante la infancia pueden estar relacionados, aunque la evidencia científica es menos concluyente
- Alteraciones cerebrales: estudios de neuroimagen muestran cambios en circuitos del cerebro implicados en la atención y el autocontrol, como la corteza frontal, los ganglios basales y el cerebelo. Además, se observa menor actividad de los sistemas dopaminérgico y noradrenérgico
Síntomas del TDAH en la adultez
Aunque comparten una base común, los síntomas del TDAH en adultos suelen manifestarse de manera distinta a los de la infancia:
- Inatención: olvidos frecuentes, dificultad para terminar tareas, desorganización, mala gestión del tiempo y problemas de concentración
- Impulsividad: decisiones apresuradas, interrupción constante en conversaciones, cambios bruscos en el ámbito laboral o en las relaciones personales
- Hiperactividad interna: más que moverse sin parar, los adultos refieren sentir una inquietud constante o la sensación de estar siempre “en marcha”
- Disfunción ejecutiva: problemas en la planificación, organización, priorización de actividades, memoria de trabajo y autocontrol
- Desregulación emocional: baja tolerancia a la frustración, irritabilidad, arrebatos de enojo y dificultad para manejar emociones intensas
Estos síntomas suelen afectar la vida cotidiana, generando frustración y aumentando el riesgo de dificultades personales y profesionales.
Comorbilidades frecuentes
El TDAH en adultos rara vez se presenta de manera aislada. En muchos casos se asocia con otros trastornos, lo que puede complicar tanto el diagnóstico como el tratamiento. Las comorbilidades más frecuentes son:
Por esta razón, es fundamental que el diagnóstico se realice con una evaluación integral que contemple el estado de salud mental general del paciente
Diagnóstico del TDAH en adultos
El diagnóstico del TDAH en la adultez requiere un proceso cuidadoso y detallado:
- Historia clínica completa: recopilación de síntomas desde la infancia hasta el momento actual
- Escalas estandarizadas: como el Adult ADHD Self-Report Scale (ASRS) o Conners Adult ADHD Rating Scales
- Información complementaria: aportada por familiares, parejas o personas cercanas, que ayude a corroborar la persistencia de síntomas
- Diagnóstico diferencial: descartar otras condiciones médicas o psicológicas que pueden imitar el cuadro, como la ansiedad, la depresión o el consumo de sustancias
Un diagnóstico adecuado permite establecer un plan terapéutico eficaz y adaptado a las necesidades de cada persona.
Tratamiento del TDAH en adultos
El manejo del TDAH en adultos es multimodal, es decir, combina tratamiento farmacológico con intervenciones psicológicas y psicoeducativas.
1. Tratamiento farmacológico
- Estimulantes (metilfenidato, anfetaminas): considerados la primera línea de tratamiento, ya que son los más eficaces para mejorar la atención y reducir la impulsividad
- No estimulantes (atomoxetina, bupropión, viloxazina): se utilizan cuando los estimulantes no son tolerados o cuando existen comorbilidades como ansiedad o depresión
El seguimiento médico cercano es esencial para ajustar la dosis y evitar el mal uso o abuso de los fármacos
2. Terapias no farmacológicas
- Psicoeducación: aprender a reconocer el TDAH, identificar sus efectos y aplicar estrategias prácticas en la vida diaria
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): brinda herramientas para mejorar la organización, la gestión del tiempo y reducir la procrastinación
- Entrenamiento en habilidades sociales y organizativas: útil para el ámbito laboral y las relaciones interpersonales
- Terapia de pareja o familiar: favorece la comprensión del trastorno y mejora la dinámica relacional en el hogar
Pronóstico y calidad de vida
El TDAH en Adultos no tiene cura definitiva, pero con un tratamiento adecuado los síntomas pueden disminuir de forma significativa. La clave está en un enfoque integral y personalizado, que tome en cuenta la historia clínica, las comorbilidades y las preferencias del paciente.
Con el manejo correcto, las personas con TDAH pueden mejorar su rendimiento académico o laboral, fortalecer sus relaciones y disfrutar de una mejor calidad de vida.