

¿Qué es la Arquitectura Facial?
La Arquitectura Facial se refiere a un conjunto de procedimientos estéticos no quirúrgicos diseñados para mejorar la armonía, proporciones y contornos del rostro. Estos tratamientos utilizan materiales como Ácido Hialurónico, Toxina Botulínica y otros Rellenos Dérmicos para redefinir áreas específicas, mejorar la simetría y rejuvenecer la apariencia facial.
Se le llama “arquitectura” porque el objetivo es esculpir y remodelar el rostro respetando su estructura natural, creando un equilibrio estético único para cada paciente.
¿Por qué se realiza?
Estos procedimientos se realizan por diversas razones, como:
- Rejuvenecimiento Facial: reducir los signos del envejecimiento, como arrugas, líneas de expresión y pérdida de volumen
- Redefinir características faciales: realzar áreas específicas, como pómulos, mandíbula, mentón o labios, para mejorar las proporciones
- Armonización: corregir asimetrías o desbalances entre las diferentes partes del rostro
- Resultados naturales y personalizados: ofrecer un cambio significativo sin necesidad de cirugía, con un enfoque en la naturalidad.
Es ideal para personas que desean mejorar su apariencia sin someterse a procedimientos invasivos.
¿En qué consiste?
La Arquitectura Facial incluye una serie de técnicas personalizadas según las necesidades del paciente. Entre las más comunes se encuentran:
- Rellenos Dérmicos: se utilizan para restaurar volumen en pómulos, labios y surcos nasogenianos, o para redefinir la mandíbula y el mentón
- Toxina Botulínica: relaja los músculos faciales para suavizar líneas de expresión y prevenir nuevas arrugas
- Bioestimuladores: como la hidroxiapatita de calcio o ácido poliláctico, que estimulan la producción de colágeno para mejorar la calidad de la piel
- Contorneado facial: enfocado en definir áreas clave, como la mandíbula, para crear una estructura más marcada y estética
El procedimiento se realiza en consultorios médicos especializados y puede durar entre 30 minutos y una hora, dependiendo de las áreas tratadas.
Preparación para el procedimiento
Antes de someterse a cualquier tratamiento de Arquitectura Facial, es importante:
- Consultar con un especialista: realizar una evaluación facial completa para determinar las áreas a tratar y los productos más adecuados
- Evitar medicamentos anticoagulantes: como aspirina o ibuprofeno, para reducir el riesgo de Hematomas
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco: al menos 24 horas antes del procedimiento, ya que pueden afectar la cicatrización y la inflamación
- Comunicar antecedentes médicos: informar al médico sobre Alergias, enfermedades o procedimientos previos en la piel
Cuidados tras la intervención
Los cuidados tras el procedimiento son clave para garantizar resultados óptimos y minimizar efectos secundarios:
- Evitar tocar o masajear las áreas tratadas: durante las primeras 24 horas, para evitar la migración de los productos inyectados
- Evitar ejercicio intenso y exposición al calor: como saunas o baños calientes, al menos durante 48 horas
- Aplicar compresas frías: para reducir la inflamación o posibles Hematomas
- Seguir las indicaciones del médico: como el uso de cremas hidratantes o protectores solares
- Evitar maquillaje: durante las primeras 12 a 24 horas, para prevenir infecciones o irritaciones
La mayoría de los pacientes pueden regresar a sus actividades diarias de inmediato, con resultados visibles casi al instante.
Alternativas a este tratamiento
Aunque la Arquitectura Facial es muy efectiva, existen alternativas para quienes buscan otros enfoques:
- Cirugía Plástica: procedimientos quirúrgicos como Lifting Facial, Rinoplastía o Mentoplastía, que ofrecen resultados permanentes pero requieren más tiempo de recuperación
- Ultrasonido Focalizado (HIFU): técnica no invasiva para tensar la piel y mejorar la flacidez
- Láser CO2 Fraccionado: para mejorar la textura de la piel y tratar arrugas superficiales
- Hilos Tensores: una opción mínimamente invasiva para levantar áreas específicas del rostro
- Microneedling con Radiofrecuencia: para estimular colágeno y mejorar la calidad de la piel
¿Qué especialista lo realiza?
La Arquitectura Facial debe ser realizada por un médico especialista en Medicina Estética o Dermatología, con formación certificada en el manejo de Toxina Botulínica, Rellenos Dérmicos y otras técnicas. En casos complejos, un Cirujano Plástico puede estar involucrado.