¿Es posible tratar la Depresión mediante ejercicio físico y dieta?
Las bacterias intestinales beneficiosas para la salud mental aumentan con la ingesta de fibra de frutas y verduras.
A diario escuchamos sobre los múltiples beneficios de realizar actividad física regularmente para mejorar nuestra salud y bienestar general, uno de estos beneficios es la mejora de la salud mental. Un artículo publicado en el Journal of Affective Disorders reveló que en el caso de las personas que sufren Depresión Mayor el ejercicio físico ha mostrado ser efectivo como monoterapia y también en asociación con el tratamiento combinado de Psicoterapia y medicamentos.
Las personas que realizan actividad física obtienen mejores resultados en el control de sus síntomas en comparación con aquellas que no reciben ningún tratamiento. Sin embargo, es importante destacar que aquellos que reciben tratamiento tradicional y además practican ejercicio, logran un mayor dominio de su sintomatología.
¿Cuánto tiempo de ejercicio se recomienda hacer diariamente?
Actualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los adultos acumular a lo largo de la semana un mínimo de entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o bien un mínimo de entre 75 y 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa para obtener beneficios para la salud.
Si este objetivo parece demasiado lejano, la buena noticia es que existe evidencia de que, hasta un minuto al día de actividad aeróbica intensa, por ejemplo, saltar la cuerda muy rápido, puede modificar la salud de manera positiva en comparación con quien no realiza ningún tipo de ejercicio.
La importancia de la dieta para la salud mental
Llamamos Microbiota Intestinal a la extensa población de bacterias y microorganismos que viven dentro de nuestro intestino. Se calcula que en alguien de 70 kg existen alrededor de 100 billones de microorganismos, que pesan aproximadamente 200 gramos. Estos microorganismos se alimentan de lo que se ingiere en la dieta. Por lo tanto, el consumo de determinados alimentos permite fortalecer un tipo de bacteria sobre otro.
Actualmente, se desconoce cómo estos microorganismos afectan nuestra salud, pero básicamente depende de la proporción de bacterias saludables y no saludables, así como de las sustancias químicas que cada una sintetiza para nuestro cuerpo.
En el caso de la salud mental, esto está relacionado con lo que llamamos el eje intestino-cerebro y su relación bidireccional. Esta relación es tan relevante que, de manera experimental, es posible inducir síntomas depresivos en animales de experimentación al administrarles muestras de heces de personas con Depresión.
En un artículo publicado en la revista Nutritional Neuroscience se indica que una alta calidad de la dieta, el consumo de fibra prebiótica y los suplementos probióticos reducen la Ansiedad, el Estrés y los síntomas depresivos en humanos.
En pocas palabras, las bacterias intestinales beneficiosas para la salud mental aumentan con la ingesta de fibra de frutas y verduras, mientras que aquellas que tienen un impacto negativo prosperan con el consumo de azúcares y grasas saturadas. Además, se observa que las personas con Depresión y Estrés tienden a consumir más comida rápida y menos vegetales en su dieta.
La evidencia creciente indica que la Microbiota ejerce influencia en la salud humana, el metabolismo y el desarrollo de Enfermedades Gastrointestinales y Mentales. Sin embargo, queda mucho por comprender sobre la complejidad de estas relaciones y cómo promover el equilibrio de estos microorganismos para aliviar diversas enfermedades. Mientras tanto, ¿qué microorganismos planeas alimentar con tu próxima comida?