Implantes Mamarios: ¿cuáles elegir?
Los resultados definitivos de la Cirugía de Aumento Mamario se aprecian entre tres y seis meses después del procedimiento.
Actualmente, existen distintos tipos de Implantes Mamarios que se clasifican según su superficie, forma y proyección, estos pueden ser de superficie lisa o texturizada, además de tener formas redondas o anatómicas. La elección de los implantes dependerá de las características individuales de cada paciente.
Es importante que cada paciente consulte con su Cirujano Plástico de confianza para determinar el tipo de implante más adecuado y recibir orientación sobre el proceso postoperatorio y las posibles complicaciones.
La Cirugía de Aumento Mamario puede brindar resultados satisfactorios, pero es fundamental seguir las recomendaciones y cuidados adecuados para obtener los mejores resultados estéticos y de salud.
Recomendaciones después de la cirugía
Tras someterse a una Cirugía de Aumento Mamario, se recomienda a los pacientes usar un sostén compresivo durante un mes, tanto de día como de noche, también es necesario suspender actividades deportivas por aproximadamente un mes.
En algunos casos, se aconseja recibir sesiones de Kinesiología postoperatoria para ayudar con la inflamación y el dolor.
Resultados y tiempos de recuperación
Los resultados definitivos de la Cirugía de Aumento Mamario se aprecian entre tres y seis meses después del procedimiento. En este período, se observan las cicatrices y la posición definitiva de los implantes, teniendo en cuenta las características de cada mama y paciente.
En ciertos casos, la cirugía busca aportar volumen y elevar la posición de la mama, lo que se conoce como Mastopexia con implantes. En otros casos, si la paciente tiene suficiente tejido mamario, se realiza una Mastopexia sin implante para reposicionar y mejorar la forma de la mama.
Principales complicaciones
Como en cualquier cirugía, existen riesgos de sangrado postoperatorio e infecciones, en el caso específico de la Cirugía de Aumento Mamario, algunas pacientes pueden experimentar una pérdida parcial o total de la sensibilidad del pezón, aunque esto tiende a recuperarse en la mayoría de los casos en un plazo de dos a tres meses. También existe la posibilidad de hipersensibilidad en la zona areola-pezón, que suele regularizarse con el tiempo.