No dejes que la Ansiedad tome el control de tu vida

No dejes que la Ansiedad tome el control de tu vida

Editado por: Vanessa Calvo Camacho el 14/09/2023

Cuando sufrimos de Ansiedad, se interrumpe nuestra vida diaria, pues la sensación es que el mundo nos sobrepasa y nuestra existencia se hace cada vez más estrecha.

 

¿Qué es vivir con Ansiedad?

La Ansiedad es parte de la adaptación del ser humano, sirve como un mecanismo de protección y advertencia ante situaciones de peligro o amenaza. Sin embargo, también surge como una reflexión sobre la finitud de la vida.


El problema radica cuando este Trastorno nos impide hacer nuestras actividades con natural dedicación, sin generar molestias o limitaciones día a día; es decir cuando perdemos seguridad y nos desestabiliza.

 

Manejo del Estrés

La vida es agradable y depende de cada uno hacerla de esta manera. Si el Estrés predomina, debe ser gestionado en dosis que no lastimen, resten o limiten nuestra tranquilidad:

-       Aquello que nos gusta

-       Realizar acciones gratificantes: como el ejercicio físico, mental, gustar de alimentos, saborear lo rico, contemplar y oler la naturaleza, darse espacios personales y compartidos agradables

-       Generar experiencias de la vida diaria simples y a la mano en las que no se excluye las tareas propias del trabajo

 

Técnicas para la relajación

Algunas técnicas fomentan el estado de bienestar que se ha esfumado o minimizado, iniciar con masajes corporales, meditación, el silencio y descanso, trabajar pensamiento positivo, ejercitar recuerdos gratos de vida y dedicarse al ahora en proyectos futuro son cambios significativos para nuestra paz interior.

 

Es importante tener en mente y ver señales, si nuestra vida diaria es interrumpida por sucesos de dolor y sufrimiento que paralizan, descompensan físicamente o no somos capaces de gestionar miedos, emociones y acciones, debemos encontrar ayuda profesional.

 

Una mente atormentada de ideas 

La literatura psicológica es extensa, en la particular por la influencia que tienen los pensamientos en los Estados de Ansiedad. Pero no es el único sustrato de la persona que actúa negativamente, también participa el estado emocional y la parte biológica.

 

Cuando el Trastorno es agudo ejerce un rol importante como desencadenante de Ansiedad, estimulando al mismo tiempo diversas manifestaciones neurovegetativas en nuestro organismo.

Por ejemplo, la hiper reflexión sobre alguna preocupación y origina Comportamientos Obsesivos, a dificultades para conciliar el sueño, alteraciones en la ingesta de alimentos y autocuidado, etc.

 

¿Cómo cambiarlos? Se trata de distraer nuestra mente, pensamientos e ideas distorsionadas de la realidad. El cambio se produce al contener la emocionalidad que conllevan esas ideas y que nos separa de la realidad, con distorsiones propioceptivas, o estímulos fantasmas fijados transitoriamente hasta caer en Crisis, misma que dura hasta 20 minutos.

 

Estos desencadenantes de orden cognitivo, emocional y biológico, propulsan una cascada de sensaciones, las cuales opacan la base de nuestros pensamientos, para contenerla hay que elaborar adecuadamente un espacio psicoterapéutico.

 

Respirar para mantener el control

La respiración y técnicas de relajación estabilizan los niveles de cortisol y adrenalina, estas hormonas se encargan de que nuestro organismo libere Estrés. Ante una alarma o amenaza, el cerebro realiza una lectura de un cúmulo constante y las hormonas se disparan descompensando nuestro organismo.

 

Con la respiración diafragmática y la relajación como complemento, el cuerpo logra estabilizarse, reduce la presión arterial, desaparecen las Taquicardias, Sudoración, Sensación de ahogo, además de volver a la percepción de la realidad.

 

Sin embargo, son técnicas que complementan un tratamiento, ya que un Trastorno de Ansiedad conlleva de base la vivencia y sensación de deficiencia o pérdida de equilibrio, seguridad ante la vida y existencia.

  

Ansiedad en todas las edades

No existe una diferencia en cuanto a la afección emocional, cognitivo, social y espiritual. Ocurre tanto en adolescentes como en adultos expresándose como inseguridad ante el mundo, lo que se percibe en forma de amenaza o peligro.

 

Las diferencias surgen de acuerdo a la etapa en el desarrollo evolutivo que se encuentra la persona. Los adolescentes refieren temáticas orientadas a preguntas existenciales, a la interrogante de ¿quién soy y cuánto me aman? ¿para qué sirvo? ¿cuál es mi responsabilidad o capacidad de responder al mundo?


La Ansiedad a esta edad no es fácil de gestionar, pues la persona no ha desarrollado un nivel cognitivo y emocional, por el contrario, suele ser errático, multifacético y altamente reactivo más que reflexivo.

 

Mientras que el adulto, refiere su Ansiedad a las exigencias laborales, requerimientos de su familia y pareja, así como necesidades y expectativas sociales de participación y su aporte en el mundo.

 

El adulto mayor, en cambio sufrirá Ansiedad orientada a la gradual pérdida de facultades y habilidades físico-corporales, el costo de vida y su paulatina disminución de oportunidades laborales, principalmente enfrentar el suceso inevitable de la enfermedad y la muerte. 

Psicología en Santiago